En el contexto de la celebración de un Consejo de Ministros, la vocera precisó a la prensa que se trata de protestas y de una expresión de reivindicaciones con apego al orden legal.
Thévenot anunció que el primer ministro Gabriel Attal irá al terreno al encuentro de los manifestantes, quienes exigen al gobierno respuestas concretas ante el deterioro de su situación, atribuida a normas ambientales que consideran muy severas, bajos salarios, alza en el costo de combustibles y el impacto de la inflación.
Attal ya comenzó a recibir a gremios encargados de liderar el movimiento, en particular a la Federación Nacional de Sindicatos de Agricultores de Francia (Fnsea) y los Jóvenes Agricultores (JA).
Las protestas inquietan al gobierno por su potencial de extenderse por todo el país, un escenario que también viven otras naciones de la Unión Europea, entre ellas Alemania, Países Bajos, Polonia y Rumania, con informaciones de que también llegarán a España e Italia.
Respecto a los reclamos del sector, la portavoz gubernamental expuso que las medidas “llegarán en los próximos días”.
Las movilizaciones comenzaron el jueves de la pasada semana en el sur de Francia, con el bloqueo mediante tractores de la autopista A64, que enlaza a las sureñas ciudades de Toulouse y de Bayona (País Vasco francés).
Esta semana el movimiento de agricultores se amplió a otras rutas y zonas del país, hasta llegar hoy a varias regiones, sin que los organizadores descarten tomar vías en la Región Parisina.
En las últimas horas se conoció que fue bloqueado el acceso de camiones al norteño puerto de Calais, impidiendo la exportación de mercancías hacia el Reino Unido.
El presidente de la Fnsea, Arnaud Rousseau, anunció este miércoles que en las próximas horas publicará 40 reivindicaciones del gremio que sostienen una movilización que pone en jaque al gobierno.
Asimismo, adelantó que para el viernes, las acciones se extenderán a 85 de los 96 departamentos metropolitanos.
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