Españoles de asociaciones de amistad e integrantes de la Embajada de Cuba en Madrid, junto a miembros del cuerpo diplomático, se concentraron al pie del octoedro concebido por el escultor José Ramón Villa Soberón y el arquitecto Rómulo Fernández Villoldo.
Ubicado en el conocido Paseo de La Habana de esta capital, el monumento de 7,90 metros de altura y con un peso de 15 toneladas, fue donado por el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, en 1986.
El embajador de Cuba en España, Marcelino Medina, recordó que la vida y obra del Héroe Nacional de la mayor de las Antillas, “inspiró a la generación del centenario e inspira a todos los revolucionarios y personas de bien”.
“Su pensamiento mantiene total vigencia y permite entender cómo, para esta pequeña isla irredenta, jamás será una opción la rendición y la traición a nuestros héroes y mártires”, agregó.
El supo advertir tempranamente las apetencias del poderoso vecino hacia los pueblos de América, ese mismo que pretende erigirse como modelo de igualdad y democracia, sentenció Medina.
El diplomático recalcó que “hoy más que nunca es deber difundir y mantener vivo el pensamiento y la obra del Maestro, esforzarnos cada día por construir un mundo mejor, donde vivamos en paz e igualdad plenas”.
En la actividad estuvo presente también la embajadora de Venezuela en España, Coromoto Godoy.
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