Ambos gremios, que lideran las protestas desde el pasado jueves, reaccionaron a los anuncios esta tarde del primer ministro Gabriel Attal de un paquete de 10 acciones para atender la crisis en los campos, entre ellas una ayuda de urgencia por 50 millones de euros y la suspensión del alza del precio del combustible.
El primer ministro no respondió a la totalidad de las cuestiones planteadas, señaló a la cadena TF1 el presidente de la Fnsea, Arnaud Rousseau.
Por su parte, el máximo dirigente de los JA, Arnaud Gaillot, comentó al canal BFM TV que después de consultar a las bases, la palabra de orden es mantener la movilización, la cual tiene como principal expresión el bloqueo de autopistas con tractores, con medidas que impactan a 85 de los 96 departamentos metropolitanos.
Algunos tomarán un descanso, otros continuarán todo el fin de semana, pero la intención es seguir, abundó Gaillot.
Attal aseguró que las respuestas gubernamentales apenas comienzan y llamó a reducir los trámites burocráticos y a atender los reclamos de los agricultores, sin embargo, sus palabras no parecen ser todo lo convincentes que el ejecutivo quisiera.
En el centro de las denuncias de los campesinos están sus bajos salarios, las normas europeas ambientales, las que consideran muy severas, las desigualdades y las consecuencias de la inflación.
El bloqueo que sí será levantado mañana es el de la autopista A64, que enlaza a las sureñas ciudades de Toulouse y de Bayona (País Vasco francés), con el cual arrancó el jueves de la semana pasada el movimiento de contestación.
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