De acuerdo con el ministro cubano de Educación Superior, Walter Baluja, la celebración de esta cita, que agrupa a profesionales de 40 países, es de gran importancia, dado que es la primera edición realizada en el periodo pospandémico.
El titular explicó a Prensa Latina que el hecho de reunir en el capitalino Palacio de las Convenciones a más de dos mil delegados nacionales y extranjeros resulta un punto de inflexión en el relanzamiento de las relaciones internacionales de la educación superior cubana.
Baluja precisó que todas las instituciones cubanas de la enseñanza superior están presentes en el Congreso, con talleres, simposios y foros, en los que augura el titular amplios debates relacionados con las líneas programáticas de la cita.
Resaltó la participación de rectores de más de 300 países y la presencia de una treintena de organizaciones internacionales que promueven diferentes actividades.
Detalló que para Cuba uno de los objetivos principales en el cónclave es impulsar los procesos de la educación superior, entre los que se encuentran la formación integral de los estudiantes y los vínculos de la universidad con la sociedad.
«Luego del periodo de la pandemia es muy importante para nosotros fortalecer el objetivo de la internalización, porque eso nos permite el intercambio de estudiantes, profesores e investigadores con los diferentes países con los que tenemos relaciones», añadió.
El ministro reiteró que este proceso es extremadamente relevante para los académicos de la isla, pues todas las naciones tienen un grupo de problemáticas comunes que desde las universidades se les espera dar solución, con un enfoque de ciencia e innovación.
Bajo el lema Educación Superior del Futuro: transformación social, calidad, pertinencia y sostenibilidad, el cónclave sesionará hasta el próximo viernes.
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