Tras un registro en 2022 que llevó el déficit comercial a la cifra récord de 164 mil millones de euros, el avance para reducir esta brecha entre las importaciones y las exportaciones de Francia fue sin duda importante, y se situó por debajo de la barrera de los 100 mil millones tal y como proyectó el gobierno de París.
Entre las razones para esa mejora se encuentra la caída de los precios del precio del petróleo y la vuelta a la normalidad de las exportaciones de electricidad, de modo que tanto la reducción de las importaciones de los hidrocarburos (-29%) como las de electricidad (-63%) contribuyeron a moderar los números rojos.
En conjunto, las importaciones francesas representaron 731 mil millones de euros, lo que supone un 7,1 por ciento menos en un año, mientras que las exportaciones aumentaron a 607,3 mil millones de euros, un incremento del 1,5 por ciento en relación con el año anterior.
Entre los sectores más dinámicos, los datos de Aduanas mostró a la aeronáutica y el automóvil, que vieron aumentar sus exportaciones más de un 16 por ciento, las ventas de maquinaria crecieron un 9 por ciento, y también los textiles, los equipos eléctricos y los perfumes mostraron un fuerte progreso.
Si bien la mejoría fue notable, el gobierno francés considera que se debe prestar más apoyo público a las empresas exportadoras para tratar de ir reduciendo más rápidamente el déficit comercial, y en esa línea el ministro de Finanzas, Bruno Le Maire, anunció ayer cambios administrativos y ayudas financieras que beneficien el desarrollo de las exportaciones.
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