En un marcado perfil de sierra, el tramo de 183,7 kilómetros entre Carcasona y Qiillan depara al pelotón de 151 ciclistas sobrevivientes cinco puertos, dos de estos de segunda categoría, con el Col de Saint-Louis (706 metros sobre el nivel del mar) muy cerca de la meta.
Los especialistas suelen considerar este tipo de trayecto ideal para las emboscadas, y será interesante descubrir si el fenómeno de 22 años Pogacar ataca o trabaja para preservar su cómoda ventaja de más de cinco minutos, teniendo en cuenta que la batalla de los Pirineos apenas comienza.
El campeón defensor brilló el año pasado en la hermosa cordillera sorprendiendo a muchos, lo que no ocurre en la actual edición 108 del Tour de Francia, en la cual es el preferido de casi todos los expertos.
Detrás del portador del maillot amarillo marchan el colombiano Rigoberto Urán (EF Education-NIPPO), a cinco minutos y 18 segundos, el danés Jonas Vingegaard (Jumbo-Visma), a 5:32, y el ecuatoriano Richard Carapaz (Ineos Grenadiers), a 5:33.
Los dos latinoamericanos intentarán en los Pirineos desbancar a Pogacar, aunque la mayoría de los entendidos cree que el esloveno prevalecerá y Urán y Carapaz protagonizarán una dura lucha por acompañarlo en el podio.
Otro sudamericano, el veterano escarabajo Nairo Quintana (Arkea-Samsic) buscará en las etapas pirenaicas conquistar el título en la montaña, clasificación en la que saca de momento siete puntos al belga Wout van Aert (Jumbo-Visma) y ocho al canadiense Michael Woods (Israel Start-up Nation).
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