Así lo puntualizó en su página web el Ministerio de la Agricultura (Minag), responsable de llevar adelante el marco legal que desarrolla a la actual Constitución de la República.
En opinión del organismo, la normativa contribuirá a concientizar sobre el cuidado y respeto a las especies, y a lograr una relación armónica entre los seres humanos y el medio ambiente.
Esta es la primera experiencia en la isla de un decreto-ley que consulta su contenido fundamental con la población a partir de las redes sociales y la web oficial del Minag, por lo cual lo establecido tiene un evidente carácter democrático, remarcó la fuente.
El director jurídico del Ministerio, Orlando Díaz, aclaró que no son normas perfectas, pues resulta el aparato legal inicial específico sobre el tema en Cuba y no resuelve todas las cuestiones, por lo cual continuará el estudio de aspectos determinados.
De acuerdo con Yobany Gutiérrez, director del Centro Nacional de Sanidad Animal, el decreto-ley tiene como objeto regular los principios, deberes, reglas y fines respecto al cuidado, la salud y la utilización de los ejemplares.
La política asumió como definición de bienestar ‘el adecuado estado físico y mental de un animal en relación con las condiciones en las que vive y muere’, que es el mismo concepto considerado por las organizaciones internacionales de referencia, valoró Gutiérrez.
El documento prohíbe a las personas inducir el enfrentamiento entre cualquier especie, con excepción del aprobado por la autoridad competente, y regula las obligaciones de los médicos veterinarios.
Las lidias de gallos, el rodeo, la caza deportiva, los circos, y otras actividades de esa índole, pasan por razones de consenso social, y existe una parte de la población cubana que practica y está de acuerdo con las mismas, acotó el Minag.
Sin embargo, al decir de María Gloria Vidal, presidenta del Comité Nacional de Bienestar Animal, el reglamento realiza los cotos necesarios para evitar dolores, lesiones y enfermedades a los ejemplares utilizados en dichas prácticas.
Cuba no es la única nación con estos dilemas, incluso España no ha podido abolir las corridas de toros por cuestiones de tradiciones, de ahí la necesidad de llevar a las personas a un proceso educativo progresivo que asegure esas modificaciones culturales, explicó.
Más allá de la función de las mascotas en el hogar, lo importante es que propietarios, cuidadores y responsables cumplan con las obligaciones contraídas con estas y satisfagan sus necesidades básicas, enfatizó Vidal.
El Consejo de Estado aprobó el decreto-ley el 26 de febrero de este año, y el 10 de abril salió publicado en la Gaceta Oficial de la República, junto con un reglamento que estipula la conducta a seguir por médicos veterinarios, organismos y personas naturales o jurídicas, así como las contravenciones y sanciones en cada caso.
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