Según la fuente oficial, la tasa de desempleados en suelo galo terminó el año en un 7,5 por ciento, sobre la base de los criterios de la Organización Internacional del Trabajo, la cual afecta a dos millones 300 mil personas.
Este escenario es similar al registrado en el último trimestre del 2022, aunque en general, el 2023 representó 0,4 puntos porcentuales por encima del año precedente, cuando la cantidad de franceses sin trabajo había sido la más baja desde 1982, abundó en su informe.
Respecto a la situación por edades, el cuarto trimestre del año pasado significó un aumento de las personas sin trabajo para el rango de 15 a 24 años y de 25-49, en ambos casos 0,2 por ciento, mientras para los de 50 o más cayó 0,1.
En cuanto a las mujeres, el Insee señaló en la etapa un comportamiento estable, con una disminución del 0,1 por ciento al comparar los dos últimos trimestres del 2022.
La política del empleo es una de las prioridades enumeradas por el primer ministro Gabriel Attal, quien lleva poco más de un mes en el cargo, aunque no exenta de polémica, ante la intención del gobierno de reformar el mercado del trabajo.
El anuncio del presidente Emmanuel Macron de complicar las cosas para quienes no acepten de manera recurrente puestos para salir del desempleo generó críticas y advertencias de sindicatos.
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