En la inauguración de este foro de dos días, dedicado al más universal de los cubanos, José Martí, el titular anfitrión del capítulo provincial de Chiriquí, el doctor Manuel Pardo, resaltó que la ocasión será propicia para deliberar sobre las acciones realizadas el pasado año y las proyecciones para 2024, con el énfasis en incorporar nuevos actores.
En ese sentido, un momento emotivo de la ceremonia, que contó con la participación del embajador de Cuba en el Istmo, Víctor Cairo, fue la incorporación oficial a la organización de integrantes de la comarca Ngäbe Bugle, quienes ratificaron su compromiso de respaldar la noble obra de la Revolución triunfante en 1959.
En sus reflexiones previas a los debates desde mañana en comisiones, el diplomático adelantó sentirse muy motivado por la convocatoria y calidad de este evento, al tiempo que agradeció el aporte de la solidaridad militante en momentos difíciles para su país, debido a la hostil política de Washington para intentar que su pueblo se divorcie de la dirección de la Revolución y del Socialismo.
El cerco económico, comercial y financiero que ya dura más de seis décadas, pero también los impactos de la pandemia de Covid-19 y la guerra en Ucrania, son factores externos que se suman a otras acciones como la inclusión de Cuba en una lista de países patrocinadoras del terrorismo que impactan en nuestras finanzas y relaciones comerciales, aseveró.
La batalla económica es centro de atención, dijo, pero sin abandonar el terreno de las ideas, al tiempo que instó a ser creativos, robustecer los valores comunes culturales y la identidad, así como mayor proactividad en las redes sociales, entre otros frentes.
Otro de los oradores en la velada, el escritor y estudioso de la obra martiana, Guillermo Castro, recordó que la historia de la solidaridad entre ambos pueblos viene desde el mismo fundador del Partido Revolucionario Cubano y sus alertas tempranas sobre las reales intenciones de Estados Unidos de apoderarse de la región.
Castro también rememoró importantes escritos de Martí como El alma de la revolución y el deber de Cuba en América (1894) y el Manifiesto de Montecristi ,de 1895, cuando se refirió a la responsabilidad de la isla con las luchas libertarias del continente.
El XXIV Encuentro recibió importantes saludos, entre ellos, el de la vicepresidenta del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, Noemi Rabassa, quien agradeció el aporte de los movimientos solidarios en acciones contra el bloqueo y el aporte de insumos médicos para la nación caribeña.
También llamó a redoblar en 2024 la compilación de firmas como parte de la campaña internacional llamada «¡Cuba vive y resiste!» para exigir al presidente de Estados Unidos que saque a Cuba de la infame lista de países patrocinadores del terrorismo.
Otros saludos al XXIV Encuentro Nacional, que estuvo matizado además por interpretaciones de grupos danzarios y musicales, estuvieron a cargo de organizaciones sindicales, gremiales y políticas, todas comprometidas, según expresaron, con la defensa de Cuba como un faro de dignidad y resistencia.
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