Desde el fin de semana, trabajadores del campo realizan acciones puntuales de bloqueos contra supermercados y centros de distribución, en reclamo de una remuneración justa por su trabajo (ley de EGalim) y del fin de la competencia desleal.
Este lunes, en la sureña ciudad de Marsella (Bocas del Ródano) entraron decenas de tractores desde diversos puntos, algunos situados en las inmediaciones del Museo de las Civilizaciones de Europa y del Mediterráneo, mientras en Ibos (Altos Pirineos) un supermercado no pudo ser abastecido durante horas por el bloqueo.
En la segunda mitad de enero, los sindicatos del campo pusieron en jaque al gobierno con su movimiento, marcado por el cierre de autopistas con tractores, pero aceptaron detener sus acciones tras las promesas de ayuda y los tres paquetes de medidas presentados por el primer ministro Gabriel Attal.
Sin embargo, organizaciones como la Federación Nacional de Sindicatos de Agricultores de Francia (Fnsea) y Los Jóvenes Agricultores (JA) señalaron que para el Salón de la Agricultura, previsto aquí del 24 de febrero al 3 de marzo, el ejecutivo debe haber materializado sus anuncios.
“Este no será un Salón como los otros, porque queremos respuestas”, manifestó hoy en la cadena CNews el presidente de la Fnsea, Arnaud Rousseau.
De acuerdo con el dirigente, no será un foro para la foto, el presidente Emmanuel Macron y los partidos políticos tendrán que explicar su visión de la agricultura y cómo piensan construirla.
Los trabajadores del campo no descartan regresar a la acción a gran escala si sus reivindicaciones son ignoradas.
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