Esos hechos, ‘promovidos por intereses externos, perturban la convivencia pacífica de un pueblo valeroso’, añade un comunicado difundido por esa cartera.
El documento reitera el llamado de la nación andina a la comunidad internacional ‘para poner fin al bloqueo impuesto desde hace 60 años’ al país antillano por el gobierno de Estados Unidos.
La declaración ratifica la solidaridad ‘con la hermana República de Cuba, en relación con los hechos acontecidos este fin de semana en su territorio, repudiados por el mismo pueblo cubano en masivas manifestaciones’.
El comunicado recuerda que la crisis global del planeta ‘se refleja con mayor impacto en un país que es objeto de una inadmisible y flagrante violación de los derechos humanos con el bloqueo económico, comercial y financiero’.
La Cancillería llamó a la comunidad internacional a terminar con esa medida de presión, ‘conforme con los principios de la Carta de la ONU, en particular sobre la no injerencia en los asuntos internos de los Estados’.
Los desórdenes del domingo en Cuba fueron enfrentados en las calles por masivas expresiones de rechazo por las distintas organizaciones, encabezadas por dirigentes como el presidente de la República, Miguel Díaz Canel.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, insertó el hecho dentro de una operación comunicacional a la que la Casa Blanca y sus agencias destinan fondos millonarios para manipular la realidad cubana.
Esas acciones desestabilizadoras –aseguró- son promovidas desde el exterior y ejecutadas por mercenarios y asalariados que utilizan las carencias para incitar el caos.
msm/apb