En reunión con el embajador de la nación antillana en Moscú, Julio Garmendía, ambos manifestaron confianza mutua en la rápida normalización de la situación, informó el sitio web del Ministerio de Asuntos Exteriores.
‘Se enfatizó (en) la inadmisibilidad de injerencias externas y otras acciones destructivas que están cargadas de desestabilización para Cuba’, indicó un comunicado sobre los resultados del encuentro.
El embajador Garmendía comentó sobre las medidas para garantizar el orden que lleva a cabo el Gobierno de La Habana. También en la reunión se discutieron temas de actualidad de la cooperación bilateral, señaló la nota.
La víspera, la Cancillería rusa manifestó su convencimiento en que las autoridades cubanas toman las medidas necesarias en interés de sus ciudadanos y en el marco de la Constitución.
‘Estamos siguiendo de cerca el desarrollo de la situación en Cuba y sus alrededores’, advirtió el comentario de la portavoz de la cartera de Exteriores, María Zajárova.
‘Consideramos inaceptable la injerencia externa en los asuntos internos de un estado soberano y cualquier otra acción destructiva que fomente la desestabilización de la situación en la isla’, subrayó la funcionaria.
Durante la jornada dominical cientos de cubanos salieron a las calles para expresar su respaldo a la Revolución, en respuesta a actos públicos de descontento ocurridos en diferentes puntos de la geografía nacional, instigados a través de las redes sociales.
El presidente Miguel Díaz-Canel, en comparecencia televisiva, rechazó la actuación de quienes alentaron esos actos y los calificó de oportunistas y de doble moral, pues aprovechan las difíciles circunstancias del pueblo debido a la pandemia de la Covid-19 y el recrudecido bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos.
No quieren el bienestar de la gente, denunció el mandatario, y agregó que incitar a ese tipo de desorden en las circunstancias excepcionales del país es una perversidad.
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