En una declaración dada a conocer en esta capital, los firmantes denuncian ‘la injusta e inaceptable injerencia externa del imperialismo norteamericano en los asuntos internos de un Estado soberano como Cuba y cualquier otra acción que provoque y fomente la desestabilización, frene el desarrollo y vulnere los derechos humanos de cualquier pueblo.’
Además, exigen ‘el cese inmediato del brutal y genocida bloqueo’ por constituir, afirman, una violación sistemática de los derechos humanos contra el pueblo de la isla.
‘Saludamos la resolución de la Asamblea General de la ONU, donde de nuevo, después de 28 ediciones, se resuelve condenar el embargo económico (bloqueo) impuesto a Cuba por el Gobierno de Estados Unidos, con 184 votos a favor. Exigimos su inmediato cumplimiento’, exhortan los parlamentarios de izquierda en su pronunciamiento.
El texto recuerda que por más de 60 años, el gobierno norteamericano ejecutó infinidad de acciones intervencionistas contra el país caribeño, de manera unilateral y extraterritorial, y menciona cómo durante la administración de Donald Trump se recrudeció el bloqueo económico, la persecución financiera, energética y el corte a fuentes de ingreso de divisas.
Con igual propósito, asegura el Grupo del Parlacen, Estados Unidos ‘ha promovido y logrado el desabastecimiento de alimentos, medicamentos, materias primas, insumos para desarrollar el proceso económico y productivo a las exportaciones, para asfixiar y provocar un estallido social masivo’
Como parte de la llamada guerra no convencional, el imperialismo norteamericano ha pretendido fracturar la unidad entre el Partido, Gobierno, Estado y el pueblo y trata de poner al gobierno de Cuba como insuficiente, incapaz de proporcionar bienestar al pueblo , cuando todos sabemos que esa Unidad, es inquebrantable, ejemplar, para todos los pueblos del mundo, aseguran en su declaración.
En ese sentido, denuncian la implantación de mensajes ideológicos con el financiamiento millonario a agencias, redes sociales, mercenarios, grupos o personas individuales, externas e internas, quienes llaman a la desestabilización, la intervención militar o una supuesta ayuda humanitaria, que lo que encubre es la injerencia.
La posición de respaldo a la mayor de las Antillas por los legisladores centroamericanos responde a los disturbios ocurridos el pasado domingo, considerados por las autoridades como un plan de factura norteamericana para ejercer la mayor presión posible contra Cuba.
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