En un amplio artículo divulgado en redes sociales, Amesty sostiene que los actos desestabilizadores del pasado domingo en Cuba fueron propiciados por el Departamento de Estado norteamericano y sus tentáculos.
Además, refiere, grandes medios de comunicación impresos, televisivos y digitales aprovecharon malsanamente las limitaciones del pueblo cubano, producto del bloqueo de Estados Unidos -es más un estado de sitio-, a lo cual se agrega el impacto terrible de la pandemia de Covid-19, que afecta a los habitantes de la isla.
Es obvio que estos actos eran producto de un trabajo planeado desde por lo menos 2018, con una serie de acciones desestabilizadores dentro de Cuba y fuera de ella.
El teólogo venezolano asegura que la petición de un ‘corredor humanitario’ constituye un ataque directo a la soberanía de Cuba, justificado con falsedades y manipulaciones, que siempre acaba con la intervención de potencias extranjeras que destruyen gobiernos, roban los recursos del país y reprimen a la población.
‘Por otro lado, indica, se quiere vender la falsa noticia que hubo un estallido social en Cuba; lejos de esto, el presidente Díaz-Canel recordó que estimular (muchas veces desde la comodidad y seguridad de residencias en el Norte) un estallido social en Cuba es cruel’.
Cuba está asediada; lo ha estado desde hace décadas, pero ahora los enemigos de la Revolución redoblan sus esfuerzos: son oportunistas, hipócritas, afirma.
También deseamos mostrar cómo los viejos enemigos del pueblo cubano aprovechan para vomitar sus mentiras, tal es el caso del senador republicano, anticubano hasta la médula Marco Rubio, quien se manifestó en un video en Twitter, en lo que puede considerarse como un verdadero arrebato de cinismo, señala Amesty.
Agrega que Rubio, constante instigador de la, según él, ‘espontánea movilización popular’ al ofrecerle, en innumerables declaraciones públicas, su más ferviente apoyo a cualquier provocación protagonizada por los delincuentes y mercenarios que Estados Unidos ha aupado, en los últimos tiempos como ‘líderes’ en sus planes para la desestabilización de Cuba.
‘Los ‘espontáneos’ manifestantes a los que se refiere el senador, curiosamente cumplieron ‘espontáneamente’ al pie de la letra con la narrativa subversiva que desde hace años se les dicta desde las redes sociales y páginas de internet que funcionan bajo la égida de la mafia anticubana de Miami’, puntualiza. Frente a todo ello, Amesty enfatiza que por muchas razones la solidaridad con Cuba, su pueblo y su dirigencia revolucionaria es un deber, y una muestra de agradecimiento por todo lo que la Isla genera desinteresadamente, en momentos en que el capitalismo procura seguir destruyendo la Naturaleza y la convivencia entre los pueblos.
‘Gritar con todas nuestras fuerzas abajo el bloqueo (estado de sitio) y extender esa consigna como reguero de pólvora, es tarea de todos’, concluye el teólogo venezolano.
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