En un mensaje por redes de Internet, señaló que el país ‘merece una Constitución forjada desde el diálogo, la reconciliación y el compromiso con la dignidad de todos’.
Añadió que la nueva carta magna deberá ser impulsada por el pueblo y aprobada en democracia y al margen de amenazas golpistas que han insinuado fuerzas de extrema derecha.
‘De esta manera, avanzaremos seguros dentro del cauce democrático para terminar con la histórica discriminación que sufren nuestros pueblos andinos, amazónicos, afrodescendientes y nuestras poblaciones vulnerables a la violencia machista, clasista y racista’, explicó.
Además, dejó en claro que su gobierno priorizará ‘un crecimiento que no se aparte del desarrollo social ni de la reconquista de derechos laborales, ecológicos, sociales y económicos, para que los peruanos dejemos de subsistir y podamos vivir dignamente’.
Horas antes, el economista neoliberal Hernando de Soto ratificó su oposición al cambio de la constitución neoliberal de 1993 ni la asamblea constituyente que, para reemplazarla planteó en su campaña electoral Castillo.
De Soto, con alegatos anticomunistas, sostuvo que una asamblea polarizaría al país, y sostuvo que todo lo que plantea Castillo en su programa puede lograrse en el marco de la carta vigente, lo que economistas de distintas posiciones consideran imposible.
Por otra parte, parlamentarios electos de partidos derechistas adelantaron su negativa a integrar una mesa directiva del Congreso de la República presidida por la bancada de Perú Libre, del virtual presidente electo, por ser la bancada con más legisladores, aunque sin mayoría.
Alegaron que no lo aceptan porque Perú Libre planea convocar una asamblea constituyente y algunos plantearon que por ello el partido de Castillo ni siquiera debe participar en la mesa directiva parlamentaria.
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