Así lo sostuvo el director para Estados Unidos de la cancillería cubana, Carlos Fernández de Cossio, en artículo publicado en el sitio Cubadebate, en el que defiende el derecho de su país a vivir en paz.
De Cossio afirmó que resultan legítimos los reclamos de La Habana, entre ellos que la vecina potencia norteña ponga fin al bloqueo económico, la injerencia en los asuntos internos y al financiamiento millonario para la subversión política.
El Gobierno estadounidense debe concluir con la tolerencia de la que disfrutan grupos terroristas anticubanos, sostuvo.
Refirió asimismo la necesidad de que concluya la persecución de los suministros de combustible a Cuba desde terceros mercados, de las transacciones financieras en terceros países y de las gestiones comerciales de la isla en cualquier rincón del planeta. Que (Estados Unidos) cumpla sus compromisos con los acuerdos migratorios bilaterales, en particular la migración cada año de al menos 20 mil cubanos, añadió.
El diplomático cubano demandó que la Casa Blanca restablezca los servicios migratorios y consulares de su embajada en La Habana.
También que elimine las limitaciones a los viajes y la trasportación aérea entre los dos países.
Levantar la prohibición a las remesas que envían ciudadanos comunes desde los Estados Unidos a sus familiares y allegados en Cuba se suma al glosario de reclamos al gobierno del presidente Joe Biden.
De Cossio sumó una histórica demanda cubana: la devolución del territorio que desde 1902 ocupa Estados Unidos en Guantánamo.
Nada de lo anterior lacera un ápice la soberanía de los Estados Unidos, ni compromete su seguridad nacional, escribió el diplomático.
Opinó que el análisis de los acontecimientos ocurridos el 11 de julio en su país no puede realizarse sin considerar las limitaciones económicas de Cuba, agravadas esencialmente por el bloqueo económico de los Estados Unidos y los efectos sanitarios, sociales y económicos de la pandemia de Covid-19.
Esa realidad, que compete a los cubanos encarar, el imperialismo la quiere aprovechar para cumplir los viejos propósitos hostiles y de dominación contra Cuba, enfatizó el texto.
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