Cuando en la isla prevalece la tranquilidad cotidiana que la ha caracterizado por décadas, en esos espacios se difunde otra realidad, la virtual, alejada del ambiente caluroso, húmedo y normal de este jueves.
Google es un ejemplo, más porque se trata del motor de búsqueda más utilizado en la Web, al cual acuden en consulta a diario millones de personas.
Propiedad de la firma estadounidense Alphabet Inc. tiene aplicaciones prohibidas para los usuarios de acá, debido a disposiciones del bloqueo impuesto a la isla caribeña por Estados Unidos.
Pero quizás no resulte injusto afirmar, además, que bajo tales preceptos el desempeño de Google resulta parcial en cuanto a la difusión de informaciones respecto a Cuba.
Basta unos teclazos en el ordenador para comprobarlo. Si usted escribe la palabra ‘protestas’ podría llegar a creer, y a eso es la apuesta, que en Cuba no paran los disturbios como los ocurridos el 11 y 12 de julio.
En las sucesivas pantallas de esa pesquisa en Google apenas un medio basado aquí, Prensa Latina, aparece con una nota.
Voz de América, The Washington Post, The New York Times, el Nuevo Herald, todos de Estados Unidos, predominan junto a la agencia española EFE, la británica BBC y otros medios anticubanos basificados fuera de la ínsula caribeña.
Otros teclazos lo confirman: ‘Protestas en Saturno’, ‘Protestas en la Luna’, por citar dos ejemplos, conducen invariablemente a Cuba.
Twitter, la empresa de microblogueo que se precia de ser estricta contra la utilización de robots y otras modalidades automáticas empleadas para diseminar y multiplicar mensajes, resulta otro escenario de esta batalla desigual.
En la isla numerosos periodistas y medios han visto cerradas sus cuentas por esa firma asentada en California.
Pero Twitter abrió sus compuertas el 11 y 12 de julio cuando millones de mensajes robotizados inundaron el espacio instando a la violencia y a las protestas de calle en la geografía de la mayor de las Antillas.
El ministro de Relaciones Exteriores cubano, Bruno Rodríguez, así lo denunció, pero su emplazamiento directo a Twitter tuvo la callada por respuesta.
A la par instituciones y medios de este país están bajo el colimador de una guerra cibernética no declarada, según denuncia de la vicepresidenta de la Unión de Periodista de Cuba, Rosa Mirima Elizalde.
Experta en las tecnologías aplicadas a la comunicación refirió ataques al sitio Cubadebate, que también fueron replicados contra las páginas oficiales de la Presidencia de la República, los ministerios de Asuntos Exteriores y el de Economía y Planificación.
En la jornada de hoy el intelectual Abel Prieto, presidente de Casa de las Américas y exministro de Cultura, alertó sobre una cuenta falsa en Twitter, que consideró como parte de la ciberguerra contra su país.
‘No permitan la confusión’, alertó.
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