Un comentario de David Brooks, comentarista de The New York Times y corresponsal del diario El Tiempo, precisa que el mandatario desconoce, incluso, las voces liberales de su propio partido que le exigen cumplir sus promesas electorales y retomar el rumbo de normalización impulsado por Barack Obama.
Las medidas anunciadas el jueves, simbólicas ya que congelan bienes inexistentes y prohíben el ingreso de los sancionados a Estados Unidos, fueron consultadas primero por el propio Biden con líderes demócratas cubanoestadunidenses en Miami la noche del miércoles, detalló Brooks.
Puntualizó que la política bilateral con Cuba no es resultado de alguna lógica geopolítica sino más bien de cálculos electorales en Florida.
Mientras tanto, indicó, el Departamento de Tesoro considera que el programa de sanciones contra Cuba es ‘el más amplio de su tipo que administra su Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC)’.
Por otra parte, el sitio en internet theamericanconservative.com informó que los republicanos del Congreso buscan dar a Biden poderes de guerra para Cuba como parte de la política de hostilidad contra la isla, que incluye la intervención disfrazada de ‘ayuda humanitaria’, según críticos.
Está en camino la presentación en el Congreso de una ‘nueva resolución conjunta’ que concedería al presidente la capacidad de utilizar poderes de guerra para entregar ayuda humanitaria a Cuba en medio de los eventos de los últimos días.
The American Conservative describe la autorización para el uso de fuerzas militares con el presunto objetivo de asegurar la entrega de ayuda humanitaria, en un escenario donde también participarían empresas como Amazon, Facebook, Google, Verizon y la asociación comercial de comunicaciones inalámbricas CTIA.
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