Hay tigres en las montañas de Rupandehi, Kapilvastu y Palpa, tres distritos que nunca tuvieron la presencia de este animal en peligro de extinción, afirmó Baburam Lamichhane, del Centro de Conservación de la Biodiversidad de Sauraha, citado por el periódico Nepali Times.
Los cinco parques nacionales de Nepal (Parsa y Chitwan en el este y Banke, Bardia y Shuklaphanta en el oeste) son los hábitats tradicionales de los tigres y el último censo de 2018 contabilizó 235 de estos grandes felinos en esas locaciones.
Lo anterior convirtió a esta nación en la primera en duplicar la población de tigres, desde los 121 detectados en 2009.
Sin embargo, el censo no abarcó las zonas situadas fuera de los parques, por lo cual el número real podría ser mayor, señaló la fuente.
Los éxitos locales en la conservación de esta especie aumentan su población y provocan a su vez un fuerte descenso de las presas, por lo cual estas fieras se aventuran fuera de los bosques en busca de alimento.
También los investigadores citan el cambio climático y el éxito de los esfuerzos de la silvicultura comunitaria de Nepal en las montañas entre las razones por las cuales los tigres se internan cada vez más en el Himalaya.
Haribhadra Acharya, del Departamento de Parques Nacionales y Conservación de la Vida Silvestre, dijo que ello supone una preocupación adicional, pues el contacto con la gente fuera de los parques se incrementó.
En diciembre de 2020 el país registró un avistamiento a tres mil 165 metros de altura, en el distrito de Ilam, y en abril último un tigre real de Bengala fue captado por una cámara trampa en las montañas boscosas de Dadeldhura a dos mil 500 metros de altitud.
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