Ronald Sanders, representante permanente de Antigua y Barbuda ante la Organización de Estados Americanos (OEA), indicó en un artículo periodístico que la convocatoria a esa discusión ocurrió tras un correo electrónico enviado por esa agrupación de jóvenes, ‘formada por ciudadanos venezolanos con la ayuda de Almagro’.
En ese mensaje se explicó que el titular de la OEA y el presidente de su Consejo Permanente, Washington Abdala, sostuvieron un encuentro con ese objetivo con la presidenta del grupo, Cecilia Navas, conocida por sus ataques a los gobiernos de Cuba, Venezuela, Nicaragua y otros países progresistas.
En definitiva, la sesión fue suspendida debido al amplio rechazo de un buen número de Estados, en particular los de la Comunidad del Caribe (Caricom).
En su artículo titulado ‘Usando la OEA para promover la discordia sobre Cuba’, publicado en el sitio Caribbean News Global, Sanders criticó que la citación fue realizada sin consultar con las delegaciones miembros, ‘una práctica normal en cualquier asunto que obviamente sería controvertido’.
Asimismo, consideró que la presidencia del Consejo Permanente y el secretario general aceptaron una consulta con un grupo externo que tiene una agenda política específica y no con los Estados miembros de la OEA.
‘Una forma muy extraña de comportarse, provocando que surjan más preguntas sobre los motivos de la reunión’, aseveró.
El también embajador de Antigua y Barbuda en Estados Unidos, recordó que la isla ‘fue suspendida’ de la OEA en 1962 y que desde entonces el tema Cuba solo fue discutido en 2009 ‘cuando la asamblea general decidió levantar la suspensión por voluntad propia’, sin que la isla caribeña lo hubiera solicitado.
No obstante, La Habana ha reiterado que no tiene interés alguno en incorporarse a lo que denomina el ministerio de colonias de Estados Unidos.
Para Sanders, ninguna reunión para discutir sobre Cuba servirá para ningún propósito útil posible porque la organización no puede hacer cumplir nada al respecto.
Y sentenció que ‘cualquier discusión solo podría satisfacer a los halcones políticos estadounidenses con miras a las elecciones de mitad de período en Estados Unidos, donde ganar el sur de Florida con el respaldo de los exiliados cubanos sería un premio’.
La tarea de la OEA debe ser promover relaciones pacíficas y de cooperación en el hemisferio y no alimentar divisiones y conflictos, concluyó el también investigador principal en el Instituto de Estudios de la Commonwealth en la Universidad de Londres y en el Massey College en la Universidad de Toronto.
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