Hasta el momento, la delegación antillana suma cinco preseas doradas, tres de plata y cuatro de bronce para superar la cosecha en tierra carioca que fue de 5-2-4, y tiene todavía posibilidad incluso de batir lo conseguido en Londres 2012 (5-3-7).
De hecho, con su triunfo sobre el británico Benjamin Whittaker, López se proclamó bicampeón bajo los cinco aros pues revalidó la corona que logró hace cinco años aunque en los 75 kgs.
Las autoridades deportivas de la isla pronosticaron a lo sumo la obtención de cuatro o cinco medallas de oro, una cifra que podía asegurarle un escaño entre las 20 primeras comitivas en el evento organizado por Japón.
En Río 2016 terminó en el puesto 18 entre las naciones participantes, y ahora en Tokio 2020 gracias a éxitos fuera de los cálculos pudiera incluso ascender en el medallero general cuando restan finales en las que los exponentes cubanos tienen grandes probabilidades de triunfar.
Entre las predicciones doradas no estaban los cetros del luchador Luis Alberto Orta en la división de los 60 kilos del estilo grecoromano, ni de los canoistas Serguey Torres y Fernando Dayán en el C-2, que sorprendieron gratamente a la afición cubana.
En cuenta histórica, gracias a 77 títulos, 66 segundos puestos y 77 terceras posiciones (hasta Río 2016), Cuba ocupa el lugar 16 entre 206 Comités Olímpicos Nacionales, el 14 si se excluyen las desaparecidas Unión Soviética y República Democrática Alemana.
Los cómputos anteriores convierten a la isla en el segundo país más laureado de todo el continente americano, detrás de Estados Unidos.
mh