Ambas atletas hicieron historia en sus carreras y en la participación del país en la magna cita deportiva, y llegaron al aeropuerto internacional Mariscal Sucre en un vuelo que fue recibido con un arco de agua en homenaje a las jóvenes.
En la terminal aérea las esperaban con flores familiares y personas cercanas, así como el primer medallista olímpico Jefferson Pérez, oro en marcha en Atlanta 1996 y plata en Beijing 2008.
Tras un breve descanso las heroínas ecuatorianas realizaron un recorrido hasta el estadio olímpico Atahualpa, en medio de múltiples muestras de cariño de la población, que las saludaba desde las calles por donde transitó su autobús.
Dajomes se convirtió en la primera mujer en obtener la presea dorada en Tokio 2020 e igualmente en la primera en subir a lo más alto del podio en la trayectoria de Ecuador en citas olímpicas. Su triunfo lo alcanzó en los 76 kilogramos.
‘Me siento muy orgullosa, contenta, feliz con mis entrenadores, mi familia, amigos y todas las personas que estuvieron dando su granito de arena’, afirmó previo a iniciar el viaje de regreso.
A su juicio, ser una inspiración para las mujeres constituye un nuevo elemento de motivación en la carrera de la halterista más fuerte del mundo en su categoría.
Por su parte, Salazar tercera medallista de la delegación Tricolor, se vistió de plata en los 87 kilogramos.
Ambas pesistas tuvieron una larga trayectoria de 12 años de preparación y participación en diferentes lides, además de vencer numerosos obstáculos y luchar contra eventos adversos, para llegar a la cima del olimpo.
Ecuador comenzó a escalar en el medallero de Tokio 2020 con el primer lugar del pedalista Richard Carapaz en ciclismo de ruta.
A esos tres laureles se unieron diplomas olímpicos alcanzados por la hermana de Neisi Dajomes, Angie Palacios, sexto lugar en los 64 kilogramos de la misma disciplina, y Alfredo Campo en ciclismo BMX.
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