El cubano nacionalizado portugués logró la marca ganadora en su tercer intento con la cual fue suficiente para tomar distancia del chino Yaming Zhu (17.57) y el burkinés Hugues Fabrice Zango (17.47), merecedores de la plata y el bronce, en ese orden.
Por su parte, el cubano Cristián Nápoles, único representante de Latinoamérica en la final, no logró terminar entre los ocho primeros al solo poder registrar un salto válido de 16.63 metros en su segunda oportunidad, lejos de sus mejores resultados.
La corona de Pichardo, que compite bajo bandera lusitana desde 2019, es la segunda de la nación ibérica en esta prueba bajo los cinco aros luego de la ganada por Nelson Évora en Beijing 2008.
Asimismo, representa el quinto título en el atletismo olímpico para Portugal, el único deporte donde han subido a lo más alto del podio en todas sus participaciones en lides estivales ininterrumpidas desde Estocolmo 1912.
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