Encabezados por el presidente Miguel Díaz-Canel, en todos los casos resultaron debates que permitieron un mayor acercamiento y esclarecimiento sobre la situación en el país; los problemas y las acciones más urgentes y a mediano y largo plazo, y recoger propuestas provenientes de sectores y actores claves de la economía.
El primero de los encuentros con especialistas y estudiantes de las ciencias económicas tocó aspectos decisivos para la recuperación y avance de la isla: el desarrollo del turismo en las condiciones actuales, la inversión extranjera y la captación de flujos de financiamiento externo.
Mientras el segundo se centró en la decisiva producción de alimentos que necesita la población, y todo lo que puede beneficiarla o entorpecerla, para lo cual agricultores de las occidentales provincias de Mayabeque y Artemisa hablaron de correcciones oportunas y adecuadas medidas para modificar la gestión de la agricultura cubana.
Sobre el turismo, no exento del declive de ese sector a nivel internacional, especialistas de varios centros e institutos dedicados a los estudios económicos plantearon la necesidad de revisar las estrategias de inversión, de las capacidades disponibles y de la demanda.
Muy válidas fueron también los criterios acerca de la premura en la captación de financiamiento externo y de inversión extranjera, que a pesar del bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos es aún una vía poco aprovechada.
En tal sentido sobresalió en el debate el lento proceso para insertar en las normativas los requerimientos que incentiven al inversionista extranjero a colocar su capital en un país muy riesgoso, algo que se puede lograr con políticas más atractivas, incentivos focalizados y diferenciados para cada inversor.
A esa idea se suma la conveniencia de establecer vínculos entre la inversión extranjera con proyectos de desarrollo local, incluidos cubanos residentes en el exterior, y de alianzas estratégicas en sectores como la biotecnología y las neurociencias.
Para los productores agropecuarios la ocasión de debatir con las máximas autoridades sirvió de ocasión para ratificar su anuencia con las 63 medidas adoptadas en el transcurso de este año, que le han dado un giro positivo al sector agropecuario.
Se trata, como dijo el presidente Díaz-Canel de ‘cómo con bloqueo somos capaces de producir la alimentación que necesita el pueblo para tener que importar menos, en irnos por encima del bloqueo y demostrar que podemos desarrollar una agricultura sostenible, eficiente.
Podemos, subrayó, producir una parte importante de los alimentos que demanda la población, y que eso se convierta también en un mejor nivel de vida de los agropecuarios a partir de los ingresos que logren por su producción’.
Los representantes de los productores individuales y de las cooperativas cubanas, algunas ya con resultados exitosos, ratificaron que ‘producir lo más que podamos con lo poco que tenemos es clave para aliviar al país, al menos en la alimentación’, algo posible y ya probado en no pocos casos sobre la base de eliminar trabas, proponer cómo hacerlo mejor y ser escuchados en busca de soluciones adecuadas.
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