La diplomática dijo que las medidas coercitivas unilaterales de Estados Unidos tienen como objetivo final asfixiar al pueblo cubano.
Advirtió que luego del inicio de la pandemia de la Covid-19, Washington endureció las sanciones contra su país, impidiéndole adquirir alimentos, combustible, medicinas, materias primas para la producción de medicamentos, equipos de diagnóstico, y piezas de repuestos.
‘Durante los meses de la pandemia, esta política alcanzó proporciones sin precedentes. De abril a diciembre de 2020, el bloqueo costó al sector de la salud 198 millones 348 mil dólares, un aumento de 38 millones 87 mil 120 dólares con respecto al año anterior’, explicó.
La embajadora señaló que desde el inicio de la aplicación de esa política, las pérdidas de la isla han ascendido a tres mil 272 millones 300 mil dólares.
Díaz condenó el carácter extraterritorial del cerco económico, comercial y financiero de la Casa Blanca. ‘Estados Unidos no sólo bloquea, sino que chantajea a terceros países para que rompan sus relaciones comerciales con la isla’, remarcó.
No obstante, significó que la nación cuenta con el apoyo de la comunidad internacional, que cada año pide en la Asamblea General de las Naciones Unidas el levantamiento de esta política genocida contra el pueblo de Cuba.
En tal sentido, recordó que el pasado 23 de junio el máximo órgano de la ONU, con el respaldo de 184 países, se pronunció una vez más de forma abrumadora en contra el bloqueo y exigió su levantamiento.
La resolución A/75/L.97 aprobada se sumó a las 28 adoptadas cada año desde 1992, cuando comenzaron estas votaciones, con la única excepción de 2020 cuando fue postergada su discusión a causa de la Covid-19.
La diplomática reafirmó la voluntad de Cuba de mantener relaciones bilaterales basadas en la igualdad de condiciones y el respeto a la soberanía.
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