Un comunicado emitido hoy por la Estructura Nacional Conjunta de Operaciones e Inteligencia (NatJoints) asegura que los organismos encargados de hacer cumplir la ley ya han puesto en marcha medidas para garantizar la seguridad de los sudafricanos ante posibles disturbios.
NatJoints sostiene estar al tanto de ‘mensajes incendiarios’ difundidos en varias plataformas de redes sociales que abogan por generar la violencia.
El ente de Seguridad advierte en el texto a quienes están detrás de esos llamados, que incitar a la violencia es un delito.
También hoy, revela NatJoints, un conjunto diferente de mensajes que circulan por Internet busca desafiar el estado de derecho y socavar la autoridad del gobierno. En ellos la gente se está movilizando para responder al supuesto cierre. Hacemos un llamado a los Foros Comunitarios de Policía y subforos relacionados para que trabajen con las fuerzas del orden como lo hacen habitualmente, y para movilizar a la comunidad contra cualquier forma de anarquía, reza el texto de NatJoints.
En el comunicado de prensa la institución recuerda que Sudáfrica todavía se encuentra en el Nivel de Alerta 3 por Covid-19, y, en consecuencia, se pide el máximo cumplimiento de las vigentes regulaciones y protocolos de salud.
Entre otras medidas sanitarias en vigor, actualmente las reuniones al aire libre están limitadas a 100 personas.
NatJoints concluye asegurando que ‘los ciudadanos respetuosos de la ley deben estar tranquilos sabiendo que no se están tomando a la ligera las amenazas’ de disturbios.
El pasado mes de julio miles de manifestantes salieron a las calles de varias regiones de Sudáfrica para exigir –inicialmente- la liberación del expresidente Jacob Zuma, encarcelado para cumplir una pena de 15 meses por desacato a un tribunal anticorrupción.
Días más tarde, las protestas se tornaron en saqueos masivos y actos de vandalismo.
Según cifras reveladas por el gobierno, se registraron más de 118 incidentes de violencia pública, incendios provocados, saqueos y otras acciones relacionadas con las revueltas, en las cuales perdieron la vida más de 300 personas.
La Policía reveló asimismo que se causaron grandes daños a 161 centros comerciales, 11 almacenes, ocho fábricas y se saquearon 161 establecimientos expendedores de licores.
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