El financiamiento de 300 mil euros en un periodo de cuatro años desde 2017, por parte de la Universidad de Amberes, Bélgica, destinado al desarrollo de un centro de investigaciones y producción de bioactivos vegetales en la UC, permite el auge de líneas cruciales desde el punto de vista ecológico y ambiental.
‘Este tipo de programa nos permite enfocarnos en salida de productos de cosmética, higiene, y suplementos de origen vegetal’, refiere Enrique Molina, coordinador del proyecto por la parte cubana.
Asimismo, contribuye en la formación de profesionales de diversas áreas del conocimiento con lo más actualizado del mundo animal y vegetal, acotó.
En declaraciones a Prensa Latina, el profesor de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la UC, aseguró que además del vínculo con entidades como el Instituto de Medicina Tropical (IPK), o el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, empresas como Labiofam se beneficiarán del fruto de esta colaboración internacional.
Sin embargo, es en la producción de alimentos, en la parte centro-oriental de Cuba donde se enfocan las mayores perspectivas, aseguran los investigadores de la principal universidad de esta ciudad radicada a poco más de 540 kilómetros de La Habana.
‘Visualizamos tres posibles productos, entre ellos un bioinsecticida, un biofungicidas, y un biofertilizante y estimulador de crecimiento, porque nos urge esa sostenibilidad alimentaria incluida en la agenda de desarrollo de nuestro país’, refirió Molina.
Sólo en equipamiento tecnológico este proyecto entre Bélgica y la Universidad de Camagüey invierte 85 mil euros ‘dedicados a un laboratorio de biotecnología y química de las plantas para su reproducción masiva in vitro’, certificó el especialista.
Como complemento y para fortalecer la colaboración internacional, Cuba desarrolla al unísono un Programa Nacional de Salud Animal y Vegetal, del Centro de Sanidad Agropecuaria, que vincula empresas y unidades dedicadas a semillas, suelos, así como biofábricas.
Importantes centros académicos de Cuba, como las universidades de La Habana (UH), Central de Las Villas (UCLV) en Santa Clara y de Oriente (UO) en Santiago de Cuba también conforman el grupo de investigación en este proyecto de colaboración del tipo TEAM-VLIR, una carta científica que mira al futuro desde el Caribe.
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