Desde su perfil en la red social Twitter, la institución caribeña significó la valía de su gestión en el impulso de ese método de la investigación cualitativa de las ciencias sociales encaminado a la descripción e interpretación sistemática de las prácticas de diversos grupos humanos o comunidades.
La entidad, con sede en el municipio capitalino de Plaza de la Revolución, evocó la creación de la pinacoteca bajo el nombre de Museo de Artesanía y Arte Popular, ubicado en el Palacio de los Marqueses de Villaverde en La Paz y dirigido entonces por la investigadora Julia Elena Fortún.
Ese sitio de la nación suramericana, junto a otros cinco espacios similares, pertenece a la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia y constituye un lugar reconocido en las ciencias antropológicas con un aporte visible en la conservación, exposición y difusión del patrimonio material y documental.
Igualmente, resulta encomiable en la promoción y publicación de estudios vinculados a las temáticas etnográficas y destaca por la belleza de su sede, declarada Monumento Nacional en 1930, y defensora de un estilo colonial, con patios provistos de arquerías de piedra y otras tipicidades del siglo XVIII.
La pinacoteca posee un acervo compuesto por más de 30 mil bienes entre reliquias prehispánicas, artículos correspondientes a la época del dominio español y piezas contemporáneas; así como, máscaras, cerámica, tejidos, arte plumario— elaboración de objetos por medio de plumas— y numismática.
Asimismo, reúne una de las colecciones y fondos documentales más grandes del país con alrededor de 171 mil materiales entre grabaciones y audiovisuales de Congresos de la Central Obrera Boliviana y la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia.
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