Activistas locales citados por el diario al-Watan informaron sobre cinco ataques que destruyeron por completo posiciones y escondites de la llamada Junta para Liberación del Levante, inscrita en la lista del terrorismo internacional, en las inmediaciones de las localidades de Kensafra y al-Bara en la meseta de Jabal al-Zawieh.
Precisaron que desde las posiciones bombardeadas, los radicales lanzaban ataques con cohetes contra puntos del ejército sirio y las comunidades civiles bajo control gubernamental.
Asimismo, un depósito de artefactos explosivos y sedes extremistas en las localidades de Marayan y al-Mouzrah quedaron destruidas y los terroristas adentro abatidos, en semejantes golpes aéreos rusos.
En el extremo nordeste de la provincia costera de Latakia donde se atrincheran armados de las agrupaciones Houras Eddin y el Partido Islámico del Turquestán, ambas son leales a al-Qaeda, los cazas rusos lanzaron 20 incursiones que dejaron devastada a una planta de fabricación de municiones y cohetes.
Según analistas, la intensificación de los bombardeos buscan frenar cualquier expansión de los radicales en Idlib que celebraron recientemente la victoria de los talibanes en Afganistán.
En Idlib, organizaciones extremistas bombardean frecuentemente las posiciones militares y comunidades civiles violando así el alto al fuego declarado por Turquía y Rusia en esa provincia.
El ejército sirio logró en sus operativos durante el 2020 liberar el 56 por ciento de Idlib, por lo que los radicales controlan actualmente menos de la mitad, donde retienen a cientos de miles de civiles como escudos humanos.
mem/fm