A esta industria, distante a 52 kilómetros de Santa Clara, ciudad cabecera provincial del centro de Cuba, se le afectó la producción en los últimos meses a partir de la carencia de nitrógeno, elemento químico que necesita en el proceso de seguridad del trabajo.
‘Con la rotura de la planta de gases industriales Oxicuba, en La Habana, escaseó el nitrógeno, indispensable para evitar accidente a los trabajares, en caso de reacciones químicas y evitar que no se produzcan reacciones exotérmicas’, aclaró la ingeniera.
Indicó que la fábrica Cloro Sosa, puesta en marcha a parir de julio del 2019, tras un proceso de innovación, dado a la modernidad de su ensamble, no funciona sin la presencia de este producto protector de la fuerza laboral.
Señaló que la sustancia les llega también por importación, pero en pequeñas cantidades, por lo que la entrega paulatina del nitrógeno por la industria cubana les garantizará la producción de hipoclorito y legía de cloro, muy utilizada para desinfestar a las personas y centros laborales ante el contagio del coronavirus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19.
Esta industria entrega, además de los mencionados productos, la sosa cáustica y el ácido clorhídrico, vitales en la elaboración de los bienes de aseo y otros procesos industriales.
La nueva fábrica Cloro Sosa emplea tecnología de punta, al sustituir el proceso basado en el mercurio metálico, por otro mucho más eficiente fundamentado en un sistema electrolítico a través de membranas de intercambio iónico.
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