Sol sorprendió con una primera estirada de 7,46 metros, récord paralímpico, y desde ese momento inquietó a todos sus rivales incapaces de destronar al antillano, de solo 18 años.
El caribeño batió el primado de 7,41 metros del estadounidense Roderick Townsend implantado el 14 de septiembre de 2016 en la Paralimpiada de Río de Janeiro 2016.
Este martes secundaron al cubano, precisamente Townsend con marca personal de 7,43 y el representante del Comité Olímpico de Rusia Nikita Kotukov, bronce (7,34).
Con la presea de Sol, la mayor de las Antillas acumula en la lid nipona un metal de cada color, tras el subcampeonato del saltador de longitud Leinier Savón y el tercer puesto del discóbolo Leonardo Díaz.
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