Cuatro sindicatos (CGT, FO, FSU, Solidaires) y otras tantas asociaciones de jóvenes (FIDL, Unef, MNL y UNL), agrupadas en la llamada Intersindical, llamaron a movilizarse ante la amenaza gubernamental de llevar a término las polémicas reformas de las pensiones y el desempleo, aparcadas al inicio de la crisis sanitaria del Covid-19.
Los convocantes mostraron en su comunicado su oposición ‘a que el gobierno y la patronal utilicen la situación sanitaria para acelerar el menoscabo de los derechos y las conquistas de los asalariados y los jóvenes’.
El gobierno pretende aplicar el 1 de octubre la reforma del desempleo, a pesar de que el Consejo de Estado suspendió en junio el nuevo método de cálculo de la prestación, e igualmente ya mostró su intención de alargar la edad de jubilación, alegando que es una medida necesaria para restablecer el equilibrio del sistema público de pensiones.
Para la Intersindical existen ‘demasiados empleados, sobre todo los expuestos y los llamados trabajadores de segunda línea, a los que se mantiene con salarios bajos, no ven hoy ninguna perspectiva de mejora’, señaló el comunicado.
Además, la fecha elegida del 5 de octubre servirá igualmente para exigir una subida salarial general, ‘el fin del cierre de servicios públicos’, y ‘el freno a la precariedad de los jóvenes en formación’.
Para preparar la jornada de huelga, y que esta sea seguida de forma mayoritaria, los sindicatos llevarán a cabo una intensa labor de organización en los centros de trabajo, al tiempo que advirtieron al ejecutivo que de aprobar la reforma de las pensiones cruzaría una ‘línea roja’ que provocaría otra movilización masiva.
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