En su discurso a propósito del aniversario 42 de la creación del Ejército del país centroamericano, el mandatario recordó cómo Washington invadió el medio oriente con la excusa de combatir al terrorismo, sumió a la región en el caos y profundizó las diferencias entre etnias y grupos religiosos.
Ortega destacó la recién finalizada ocupación estadounidense en Afganistán tras 20 años de presencia militar, cuyo saldo es de miles de muertos civiles, millones de desplazados y el gasto de miles de millones de dólares.
El comandante sandinista comparó la salida de los militares estadounidenses de suelo afgano con la retirada de Vietnam, otro conflicto que cobró vidas inocentes por ambiciones políticas.
‘Afganistán nos da un mensaje muy fuerte’, dijo el presidente de Nicaragua, quien aprovechó la ocasión para invitar a Washington a buscar canales de comunicación para resolver sus diferencias con Irán y Corea del Norte.
En la cuerda de los temas internacionales, Ortega denunció una vez más el acaparamiento de vacunas antiCovid-19 por parte de los países más poderosos y denunció a las grandes farmacéuticas por hacer de la pandemia un lucrativo negocio.
Cuestionó la falta de voluntad de las grandes potencias para hacer frente común y combatir la Covid-19, mientras no escatiman gastos para crear armas cada vez más sofisticadas y complejas estrategias de guerra.
En cuanto al Ejército de Nicaragua, el mandatario destacó la importancia de su papel en los retos que enfrenta el país, en especial la lucha contra el narcotráfico y la defensa de la soberanía, un rol de notable valor simbólico en la historia nacional.
Recordó la tradición de lucha de los nicaragüenses, que a lo largo de los siglos XIX y XX enfrentaron con éxito a los imperios español, británico y estadounidense.
De esas tradiciones, subrayó, es heredera la institución castrense actual, a la que llamó a mantenerse firme y cohesionada para ‘defender la soberanía de la patria y la seguridad de las familias nicaragüenses’.
Previo a la ceremonia militar por los 42 años de creada las fuerzas armadas de la nación centroamericana fueron ascendidos más de 260 uniformados al grado inmediato superior y varias entidades del Estado reconocieron a la institución por su labor al servicio de la patria.
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