La lucha contra ese flagelo constituye una prioridad para el Gobierno cubano, expresó la tercera secretaria de la embajada cubana en Viena y ante los organismos internacionales, Marlen Redondo, al intervenir en una reunión del grupo de trabajo para la implementación de la referida Convención.
Redondo aclaró que el Estado y el gobierno mantienen como tarea prioritaria la prevención y el combate a la corrupción como la mirada puesta en la participación de diversos actores sociales a su combate.
Cuba, como Estado Parte, trabaja por cumplir los compromisos contraídos, tanto en su condición de examinado como de examinador.
Tras asegurar que desde el examen en el primer ciclo, en 2011, el país tiene grupos de trabajo que tributan a la disciplina, a la transparencia, la obligación de rendir cuentas y la debida gestión de los bienes públicos.
En tal sentido, anunció que ya publicó su informe para el ciclo 2 de exámenes, y mantiene un seguimiento a las informaciones emitidas en la materia por la Secretaría de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Cuba, con el concurso de los representantes de la sociedad civil, de la academia y de los demás sectores, trabaja para prevenir y combatir con mayor acierto las indisciplinas, ilegalidades y manifestaciones de corrupción administrativa y contribuir al orden, a la legalidad y a la buena gobernanza, subrayó la diplomática.
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