Como respuesta a la retirada de la subvención que recibía la entidad cultural por parte del Estado cubano desde 1950 – etapa anterior al golpe de estado de Fulgencio Batista-, la FEU organizó un acto de desagravio a Alonso y su compañía el 15 de septiembre de 1956.
Ese momento, desarrollado en el estadio de la Universidad de La Habana, marcó la historia de la nación caribeña, pues ratificó la premisa de que el arte es un derecho del pueblo, en tanto apuntaló la relación entre los estudiantes y la institución, que persiste hasta nuestros días.
El acto de desagravio, que este miércoles recuerdan estudiantes y bailarines, impulsó nuevas acciones contra la dictadura con el respaldo de organizaciones cívicas, culturales, entre otras, y antecedió una gira de protesta por la mayor de las Antillas, mientras Alicia decidió no actuar en Cuba hasta que terminara ese régimen.
Con el triunfo de la Revolución, el 1 de enero de 1959, el ballet cubano, bajo la tutela de Alicia, fallecida el 17 de octubre de 2019, recibió todo el apoyo y reconocimiento para convertirse en una de las más prestigiosas instituciones del mundo.
A más de seis décadas de ese hecho, alumnos la Universidad de las Artes también rindieron tributo a la escuela cubana de ballet y la prima ballerina assoluta, con la presentación del panel Alicia, 65 años de justicia, en el cual abordaron el devenir de esta manifestación y el legado de Alonso en los escenarios.
El evento acogió la proyección del documental Para Alicia, protagonizado por la directora del Ballet Nacional de Cuba, Viengsay Valdés, con la música del pianista Frank Fernández, en tanto aconteció un taller sobre técnicas de la danza moderna.
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