El mismo día en que la SNCF celebra el 40 aniversario de la puesta en funcionamiento de los primeros trenes de alta velocidad (TGV), su director general Pierre Farandou comunicó un plan de reestructuración de la empresa que podría suponer una reducción de plantilla de entre el 1,5 y el dos por ciento, sobre un total de 140 mil trabajadores.
El responsable de la compañía estatal justificó la decisión como una forma de adaptarse a la apertura de la red ferroviaria nacional a la competencia, y consideró que ‘no es una tragedia cuando te comparas con otras empresas’, dijo.
Horas antes la empresa de vehículos Renault informó de la eliminación de dos mil empleos en el país ‘como parte de la reestructuración de sus actividades de ingeniería y apoyo, así como la producción en Francia de nuevos vehículos como parte de su cambio eléctrico’.
Esta reducción de plantilla, anunciada en la apertura de las negociaciones con los sindicatos para el acuerdo social para 2022-2024, se sumará a los cuatro mil 600 puestos a eliminar, proyectados el pasado año, en un intento por sacar al grupo de los números rojos.
‘El Grupo Renault reafirma su voluntad de situar a Francia en el centro de sus actividades industriales y de investigación y desarrollo, localizando en el país las tecnologías creadoras de valor para el futuro’, aseguró el fabricante en un comunicado.
Añadió que tiene previsto producir nueve nuevos vehículos en Francia de aquí a 2025, principalmente eléctricos, de cara a conseguir que en 2030 el 90 por ciento de las ventas sean automóviles con motores no térmicos.
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