Según el sitio de dicha cartera, la idea será materializada a través del proyecto Pupa, que propone la creación de una granja de producción sostenible de crisálidas con el apoyo de la Universidad de La Habana y de oenegés alemanas con presencia en la nación caribeña.
El plan busca aportar sostenibilidad económica al Jardín Botánico Nacional combinando producciones limpias con nuevos atractivos educativos y una salida de exportación de bienes y servicios.
Dicha iniciativa incluye la instalación de un mariposario educativo, el segundo espacio de este tipo en La Habana y el tercero en Cuba enfocado en la protección de la biodiversidad biológica de la isla.
De acuerdo con la fuente, Costa Rica es el líder mundial en exportación de pupas de mariposas.
En un año puede distribuir alrededor de 400 mil crisálidas entre más de 60 clientes en todo el mundo y obtiene ingresos cercanos a los 750 mil dólares.
Entre los principales destinos de exportación de mariposas están Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Canadá, Emiratos Árabes Unidos, Turquía y México.
La pupa, en algunas especies de mariposas, se conoce como crisálida, y penden de una especie de seda que produce la oruga.
Su duración en el caso de estos insectos es de un par de semanas, pero esto puede variar según la especie.
De hecho, algunas lo extienden para aguardar las condiciones ambientales más adecuadas a sus necesidades; tal es el caso de los insectos que pasan en estado de pupa todo el verano o el invierno, según sus características fisiológicas.
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