Desde junio, los franceses de entre 12 y 17 años son elegibles para la vacunación contra la enfermedad causada por el coronavirus SARS-CoV-2, lo que explica la medida gubernamental dirigida a frenar la pandemia en suelo galo, la cual ha cedido terreno en las últimas semanas.
La presentación del código QR que prueba la inmunización también será demandado para participar en algunas actividades escolares, en particular las salidas a lugares donde acude otro tipo de público.
El uso del pase sanitario por los menores de edad estaba previsto inicialmente a partir del 30 de agosto, pero fue pospuesto tras el voto en el Parlamento de la ley sanitaria.
Según fuentes oficiales, unos cinco millones de niños y adolescentes estarían implicados en la extensión de la obligatoriedad de presentar el documento para acceder a sitios con más de 50 personas.
La víspera, el portavoz gubernamental, Gabriel Attal, anunció la intención de mantener la posibilidad de solicitar el pase sanitario hasta el verano de 2022, lo que requerirá una nueva ley aprobada en el Parlamento.
De acuerdo con el funcionario, el ejecutivo prevé presentar la iniciativa el 13 de octubre en el Consejo de Ministros.
Un sector de la población se opone al pase sanitario, al cual califica de ‘liberticida’, y decenas de miles de personas han salido en las últimas 11 semanas a las calles de esta capital y otras ciudades para rechazarlo.
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