El canciller ruso, Serguei Lavrov, indicó que, similar a lo ocurrido con la OPAQ, a la cual se le dan atribuciones para castigar a eventuales infractores de la Convención sobre Armas Químicas, Washington intenta conceder similares poderes al controlador de armas toxínicas y biológicas.
Para el segundo caso, Estados Unidos bloquea el funcionamiento de mecanismos de verificación de la existencia de armas biológicas y tóxicas, mientras crea centros para estudiar esas sustancias en el espacio pos-soviético, comentó el jefe de la diplomacia rusa.
Al mismo tiempo, denunció la situación existente en torno al Plan General de Acción Global (PGAG), sobre el programa nuclear iraní, abandonado por Estados Unidos en 2018.
Washington no solo dejó de cumplir sus compromisos con el PGAG, firmado en julio de 2015 por Irán, Alemania, Francia, Rusia, Estados Unidos y China, sino que amenaza con castigos a quienes intentan mantener relaciones comerciales con el país persa, destacó Lavrov.
Al mismo tiempo, Estados Unidos exige a Irán el cumplimiento estricto de un acuerdo que la propia administración norteña considera como malo.
La renuncia paulatina de Teherán a sus compromisos, emanados del PGAG, de ninguna forma contribuyen positivamente al clima de no proliferación en el orbe, pero a la vez entendemos los motivos del país persa para dar pasos de respuesta a las sanciones aplicadas en su contra, aclaró.
En su momento, el gobierno iraní dio pasos sin precedentes para permitir un fuerte control de su programa nuclear por el Organismo de Energía Atómica Internacional, uno de los más estrictos que existe, recordó.
Las naciones occidentales, a cambio, solo se comprometieron a levantar sanciones. Ahora, cuando Washington presiona, países como Francia, Alemania y Reino Unido hablan de activar el mecanismo de solución de disputas del PGAG, señaló el jefe de la diplomacia rusa.
Lavrov señaló que eso es contraproducente, y recordó que durante más de un año, naciones europeas firmantes del acuerdo se comprometieron a crear un mecanismo financiero para evitar el efecto de las sanciones norteamericanas y para comerciar con Irán.
Sin embargo, el mecanismo financiero, después de varios meses de creado, solo prepara una transacción de apenas 10 millones de dólares para compra de medicinas, una gota de agua para Irán, comentó.
El ministro ruso denunció en ese sentido, que el jefe de Gobierno británico, Boris Jhonson, aunque después trató de enmendar lo dicho, afirmó que era necesario poner fin al PGAG, y cambiar ese acuerdo por otro a propuesta de Trump, subrayó.
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