En la tragedia murieron los capitanes Guillermo Castro y Nelson Saldaña, que se especializaban en patrullar el litoral para impedir el narcotráfico, con una experiencia que hace dudar que un error humano ocasionara el siniestro.
«Me extrañaría que fuera el error humano por la experiencia, hemos perdido dos grandes hombres que le servían al país», aseguró el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, al referirse a la caída del T-35 PILLAN de la Fuerza Aérea.
El avión se estrelló contra dos viviendas de Ilopango, que sufrieron daños estructurales, pero no había personas dentro.
Este es el cuarto accidente aéreo en El Salvador desde octubre pasado, cuando una avioneta de turismo se precipitó sobre la zona de El Boquerón, del volcán de San Salvador, donde murieron dos de los cuatro pasajeros.
También en octubre pasado un avión C-47 de la Fuerza Aérea se salió de la pista en Ilopango por falla mecánica y siete militares resultaron heridos, y a finales de diciembre una avioneta particular se accidentó en esa zona.
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