Es el resultado de la decisión del gobierno de Estados Unidos que proscribe desde el 10 de marzo los vuelos charter a nueve aeropuertos de Cuba, salvo el José Martí, de La Habana.
Antes igual exclusión fue aplicado a los vuelos comerciales.
Solo en el aeropuerto Ignacio Agramonte, de esta capital provincial homónima, dejará de recibir por el nuevo castigo del bloqueo estadounidense a unos 11 mil pasajeros mensuales.
La jefa de Unidad Aeroportuaria, Silvia Ferrer, dijo en exclusiva a Prensa Latina que “solo de Jet Blue y America Airlines dejarán de entrar como promedio 58 vuelos cada mes”.
Aunque Washington sostiene que quiere penalizar al gobierno cubano, lo cierto es que son las familias de uno y otro lado las más afectadas.
En el caso de la terminal de Camagüey, “se ven limitadas las operaciones comerciales, los servicios de landing, aunque pretendemos seguir con parámetros de eficiencia a pesar de la reducción de gastos”, explicó Ferrer.
Independientemente de los daños al plan económico “nuestro colectivo está enfrascado en un plan de acciones que nos mantengan operando con aerolíneas como Sunrise (Haití), Viva Aerobus (México), Nordwind (Rusia), y Southairway”, indicó.
Ubicada al oriente del país, Camagüey figura entre las provincias más pobladas de Cuba, e importante punto de destino para el turismo en la mayor de las Antillas.
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