Un comunicado agrega que Virgin Australia, tiene apoyos dispuestos a poner el dinero necesario para salvarla.
Entre los inversores que se quedarían con la compañía están tres fondos de inversión: BGH Capital, Bain Capital y el grupo financiero canadiense Brookfield, que van acompañados de otros inversores menores.
Es la mejor oferta que se presenta para quedarse con la compañía de la que el presidente de Virgin Atlantic, Richard Branson, tiene 10 por ciento del capital de la australiana, mientras acapara el 51 por ciento de la empresa matriz.
Además de este grupo, con la mejor oferta, Indigo Partners también se presentó.
Indigo es el propietario de Jet Smart en Sudamérica, de Frontier en Estados Unidos y de WizzAir en Europa, compañías todas de low-cost (bajo costo), cosa que no es el caso hasta ahora en Virgin.
Como la aviación, pese a la tremenda inestabilidad que tiene, sigue seduciendo a los ricos, el propietario de minas australiano Andrew Forrest también presentó su candidatura. Ninguno está cercano a la oferta de los primeros.
Virgin en Australia tiene una tercera parte del mercado nacional de la aviación en este país, mientras que su rival, la líder, Qantas, tiene dos terceras partes. Pero Virgin tiene una deuda de cuatro mil millones de euros, que la convierte en inviable.
Por otro lado, las negociaciones para salvar Virgin Atlantic, se acercan a su final con una aportación de hasta 750 millones de euros, después de lo cual se acudiría al gobierno británico para ampliar la ayuda.
Los observadores agregan que curiosamente, quien está liderando esta ayuda de 750 millones es el banco alemán Deustche Bank.
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