Al comentar declaraciones hechas ayer por el presidente ucraniano, Vladimir Zelensky, el portavoz presidencial estimó que era necesario comprender de qué tipo de bases navales se trata, pues de acuerdo con las realidades actuales ello puede tener consecuencias negativas en el mar Negro.
La amenaza potencial está presente. Pero es necesario contar con información adicional sobre esa opción, consideró Peskov.
Al pronunciar su discurso sobre el estado de la nación ante la Rada Suprema (parlamento unicameral), Zelensky señaló la víspera que Ucrania comienza la construcción de dos bases navales estatales para la defensa de la región del mar Negro.
El Gobierno construye unas Fuerzas Armadas que puedan defender al estado nacional, en tierra, mar, aire y en el espacio cibernético, subrayó el mandatario del vecino país.
Zelensky prometió formar una flota que sea ejemplo de potencia y modernidad y dotada de armamento coheteril.
Las declaraciones del gobernante se conocen después que en julio pasado tropas de Estados Unidos y de otros países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte realizaron, junto con las ucranianas, las maniobras Sea Breeze 2020, en el mar Negro.
Para el jefe de la flota rusa del mar Negro de 1998 a 2002, almirante Vladimir Komaedov, Ucrania carece de recursos para construir dos bases navales ni barcos de gran calado para instalaciones como esas. Lo más que pueden hacer es proteger su frontera marítima, opinó.
Komaedov señaló que la nueva instalación estaría en la localidad de Skadovska y dejaría a Odessa como puerto netamente comercial, al salir de allí los buques de guerra ucranianos.
Con el regreso de Crimea a la jurisdicción rusa, tras un referendo en marzo de 2014, la base naval de Sebastopol, hasta ese momento compartida con Ucrania, pasó completamente al mando ruso y cuenta ahora con 25 mil militares y más de 90 buques, submarinos y naves auxiliares.
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