Aunque aún no hay una estimación exacta de las pérdidas materiales, se consideran millonarias debido a los daños en decenas de miles de viviendas, edificios públicos y obras de infraestructura, cultivos anegados y otros perjuicios, indicó.
Acompañada de fuertes vientos e intensas lluvias, la perturbación ciclónica número 21 que azota Filipinas este año tocó tierra el miércoles en la noche y provocó grandes riadas y deslizamientos de tierra. En Manila, la capital, y en otras regiones, las inundaciones pasaron de un metro.
A la entrada de Vamco varias zonas del país todavía no se habían recuperado de los tifones Molave y Goni, y algunas incluso no tenían servicio de electricidad.
Filipinas sufre cada año los embates de unas 20 tormentas y huracanes. El más devastador de esos fenómenos fue el tifón Haiyan, que en 2013 mató a más de siete mil 300 personas.
Tras abandonar el archipiélago, Vamco se adentró en el Mar del Este y se dirige a la zona central de Vietnam, también duramente golpeada en el último mes por varios ciclones y tormentas.
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