En vísperas del Día Nacional del Periodista, el gremio advierte que lamentablemente durante el gobierno de Alejandro Giammattei y la pandemia de la Covid-19, no es una fecha para celebrar, sino para reivindicar el derecho a la libre emisión del pensamiento.
El documento de la Asociación de Periodistas de Guatemala (AGP) registra 124 casos de ataques y apunta que es el año con más agresiones, entre ellas, intimidación, difamación, amenazas, obstrucción a la fuente, ataque cibernético y agresión física.
Según el reporte, «la suspensión de actividades en el ámbito público o las medidas de distanciamiento físico para evitar los contagios fueron las excusas idóneas para que en muchos lugares las autoridades locales prohibieran el acceso de reporteros a reuniones».
Giammattei mostró su «prepotencia hacia los reporteros que lo cuestionaban, y decidió informar las decisiones presidenciales sobre la Covid-19 por medio de cadenas de radio y televisión, sin convocar a ruedas de prensa», recuerda la AGP.
De acuerdo con la fuente, «quería evitar cuestionamientos sobre sus declaraciones contradictorias, su pésimo abordaje de la crisis sanitaria y la opacidad con la que manejo los millones de dólares que solicitó en los primeros meses de la emergencia».
El texto expone registros de censura y autocensura en los departamentos de Izabal, Quetzaltenango, Totonicapán, Jutiapa y Quiché por amenazas o agresiones de funcionarios y empleados municipales, restricciones para acceder a información o pago de sobornos.
En su análisis, el Observatorio de Periodistas refiere cuatro casos recientes de detenciones arbitrarias y dos demandas judiciales contra comunicadores comunitarios.
Entre ellos, la interpuesta por el director ejecutivo de la Comisión Presidencial de Centro de Gobierno, Miguel Martínez, contra Plaza Pública; el arresto arbitrario de Sonny Figueroa; la detención del periodista Francisco Chox en Nahualá, Sololá, y la persecución penal contra la comunicadora Anastasia Mejía, directora de Xol Abaj Radio y Xol Abaj TV.
También documenta denuncias públicas de acoso y mensajes de odio en las redes sociales contra Pia Flores, Kimberly López, Francelia Solano y Jody García, del medio digital alternativo Nómada, hoy desintegrado.
Otros ataques incluyen a la periodista Carolina Gamazo, de No-Ficción, y la reportera de Prensa Comunitaria, Stef Arreaga.
A todos estos casos habría que sumar las manifestaciones de violencia tanto por la policía como por grupos de encapuchados contra comunicadores sociales, periodistas, fotógrafos y camarógrafos en las protestas del pasado 21 y 28 de noviembre.
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