El panorama es complejo como resultado del incremento de las contaminaciones por el SARS-CoV-2, causante de la grave enfermedad, ya que las tasas de ocupación en las instituciones designadas para atender a los pacientes son muy altas, advirtió la titular de salud de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), May Al-Kaileh, citada por el rotativo.
La experta explicó que la decisión de aislar cuatro demarcaciones, entre ellas Belén, obedece a los elevados indicadores en cuanto a contagio, por lo que el Comité de Epidemiología recomendó un confinamiento total, que estará vigente desde mañana, con el fin de aplanar la curva de infecciones.
Preocupa -subrayó- la incapacidad del sistema sanitario para brindar servicios médicos frente al actual repunte.
Todos los ciudadanos están en riesgo, por lo que deben usar mascarillas de forma permanente, y considerar a todas las personas a su alrededor infectadas, al menos que se demuestre lo contrario, insistió la ministra de sanidad.
En su opinión la situación podría tornarse peligrosa en extremo, por el déficit de equipos de soporte vital, entre ellos ventiladores, para asistir a todos los que necesiten de esos cuidados especializados, amplió el periódico editado en esta ciudad.
Al mismo tiempo, Al-Kaileh llamó a los hospitales privados a cooperar con el objetivo de encarar de conjunto con los centros gubernamentales la pandemia, tanto en la ocupada Cisjordania -incluida Jerusalén este- como en la franja de Gaza, bloqueada y bombardeada por Israel.
Ese último enclave, de frágil infraestructura de salud y escasos recursos donde viven unos dos millones de palestinos, es uno de los epicentros actuales de la transmisión.
Una delegación de la Unión Europea visitó la víspera dicha franja de tierra, con costas en el Mediterráneo, a fin de supervisar el estado de los hospitales y las condiciones de vida de sus pobladores, controlados por Tel Aviv por aire, mar y tierra.
La ANP prolongó por noveno mes el estado de emergencia en los territorios bajo su jurisdicción en medio de una explosión de las infecciones por el virus, lo que permitió imponer un toque de queda nocturno (de domingo a jueves) y confinamiento completo (viernes y sábado).
A ello se adicionan las nuevas medidas referidas a la instauración de cuarentenas en determinados sitios, la suspensión de las clases y otras actividades públicas.
Tras un declive en los contagios, los especialistas diagnostican más de dos mil infectados por día en Gaza y Cisjordania durante lo que definen como una segunda y más severa oleada de la Covid-19.
Alrededor de 900 palestinos fallecieron desde el inicio del brote en marzo a la fecha, de un total de 115 mil 350 que contrajeron la enfermedad, precisan datos oficiales.
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