En el ejercicio recién concluido, España recibió 18,9 millones de viajeros extranjeros, una cifra inédita desde 1969 y un 77,3 por ciento inferior a los 83,7 millones de excursionistas que llegaron en 2019, informó hoy el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Este país europeo superó los 20 millones de turistas en 1970 del pasado siglo, el doble que seis años antes, coincidiendo con la expansión del turismo internacional.
Desde entonces, las llegadas de visitantes extranjeros no dejaron de crecer hasta 2020, cuando la humanidad se detuvo para tratar de contener la expansión del coronavirus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad Covid-19.
Durante el periodo analizado, el segundo destino turístico del mundo en 2019 debió lidiar con un incremento exponencial de contagios, que provocó un endurecimiento de las medidas sanitarias y limitaciones de viajes desde terceras naciones.
Los 18,9 millones de visitantes internacionales que arribaron el año pasado realizaron un gasto global de 19 mil 740 millones de euros, un desplome interanual del 78,5 por ciento, lo cual ratificó los efectos devastadores del mortífero virus sobre la llamada industria del ocio.
Estas caídas, las mayores de la serie histórica del INE, ponen fin a siete ejercicios consecutivos en los que se venían batiendo récords tanto de veraneantes como del gasto realizado por ellos.
En concreto, España perdió en 2020 unos 64,8 millones de turistas y cerca de 72 mil 538 millones de euros de ingresos en comparación con 2019.
De acuerdo con la Alianza para la Excelencia Turística, la contribución del turismo al Producto Interno Bruto (PIB) de España bajó ocho puntos en 2020, hasta el 4,3 por ciento, tras perder 106 mil millones de euros en ingresos respecto a 2019.
El peso del sector en la economía cayó del 12,4 por ciento que representaba en 2019 al 4,3 por ciento el año pasado, según un reciente informe presentado por esa patronal, formada por una treintena de las más relevantes empresas de toda la cadena de valor turística.
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