Según una nota publicada en la página en Internet del Departamento de Estado, el secretario de esa agencia federal, Antony Blinken, Washington también buscará acciones similares para negociar con China.
El convenio, que debía expirar este sábado, establece límites para los misiles balísticos lanzados desde tierra y submarinos, así como para los bombarderos pesados.
El documento permite monitorear el cumplimiento de las disposiciones por ambas partes, al tiempo que brinda ‘una mayor comprensión de la postura nuclear de Moscú’.
Este mecanismo se concreta incluso a través de intercambios de datos e inspecciones in situ que autorizan a los inspectores estadounidenses vigilar las fuerzas e instalaciones nucleares rusas, según la declaración de Blinken, quien asumió el cargo la semana pasada como jefe de la diplomacia norteamericana.
El anuncio de las autoridades estadounidenses se produce una semana después de que el parlamento ruso aprobó por unanimidad extender el tratado, firmado por primera vez por el presidente Barack Obama y el entonces mandatario ruso Dmitri Medvedev el 8 de abril de 2010 en Praga, República Checa.
En ese sentido, el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó recientemente que el 26 de enero de 2021 se llegó a un acuerdo para prolongar el pacto por un quinquenio, en alusión a la conversación telefónica sostenida con el gobernante norteamericano, Joe Biden.
El convenio asegura que Estados Unidos y Rusia no puedan desplegar más de mil 550 ojivas nucleares y 700 misiles y bombarderos, al tiempo que permite inspecciones regulares de los sitios donde se almacenan.
La administración de Donald Trump retrasó la discusión del tratado hasta el año pasado y agregó una serie de exigencias para que se aceptara extenderlo, y por eso las negociaciones se estancaron durante meses, a pesar de que Rusia estaba a favor de la prolongación sin cambios.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo a los periodistas el mes pasado que la extensión es más importante ahora que nunca, debido a los diferendos latentes en los nexos con Rusia, tras la política seguida con la nación euroasiática por Trump.
Psaki enfatizó que el Nuevo Start es ‘un ancla de estabilidad estratégica entre nuestros dos países’.
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