Las autoridades de la vía interoceánica informaron la travesía de 58 gaseros por las nuevas esclusas, que transportaron 6,74 millones de toneladas de GNL en el mes de referencia, cifras que batieron anteriores marcas implantadas en enero de 2020 (54 barcos) y noviembre anterior (6,23 millones de toneladas).
‘Estos logros reafirman la capacidad del canal de capturar las oportunidades que presentan los cambios del mercado, como ha sido el caso del gas natural licuado, a los cuales nos ajustamos para asegurar nuestra competitividad y confiabilidad’, dijo el administrador de la ruta, Ricaurte Vásquez.
Comentó que por más de un siglo la vía demostró su capacidad de respuesta a las variaciones del comercio global, y aseguró que no será la excepción la adaptación del complejo fluvial a los cambios que el mundo experimentó en este último año, según una nota de prensa de la institución.
Algunos cambios en la metodología de reserva de los tránsitos favorecieron a este tipo de naves, pues los operadores del segmento aprovecharon las subastas de espacios disponibles en el canal ampliado, que se realiza 96 horas antes del cruce.
Las condiciones invernales aumentaron la demanda y el precio de este tipo de gas para la generación eléctrica en Asia, lo que propició buenas ganancias a los productores con capacidad de suministro inmediato, incluidas empresas estadounidenses, aseguraron fuentes especializadas.
Este despegue incrementó el trasiego a través del canal transístmico, después de un 2020 con las más bajas cotizaciones en el mercado internacional de GNL en décadas y la contracción del comercio mundial.
En junio de 2016, la centenaria ruta fluvial abrió las nuevas esclusas para las naves del tipo Neopanamax, que por sus dimensiones no pueden cruzar los pasos tradicionales del canal, lo cual aprovecharon de inmediato las naves que transportan GNL, el segundo mayor usuario de la ampliación precedido de los portacontenedores.
La obra influyó significativamente en la articulación de las cadenas productivas y comercio global, con la eliminación artificial de un obstáculo natural por accidente geográfico, que impedía a grandes buques atravesar el Istmo y optaban por el trasiego a embarcaciones de menor porte para acelerar entregas.
Esos mega cargueros marinos triplicaron sus capacidades de transportación, pero las dimensiones no le permitían acortar camino interoceánico por las centenarias esclusas conocidas como Panamax y la ampliación abrió la marcha a lo que expertos denominan ‘la era PostPanamax’.
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