Según declaraciones de Miller difundidas por la cadena televisiva Fox News, el magnate republicano no testificará en un proceso que considera ‘inconstitucional’.
Este jueves, el equipo legal de Trump calificó como ardid de relaciones públicas la solicitud de los demócratas de la Cámara de Representantes para que el exmandatario ofrezca su testimonio bajo juramento.
Hace pocas horas, el legislador Jamie Raskin envió una carta a Trump en la cual le solicita prestar testimonio bajo juramento sobre su responsabilidad en los sucesos violentos del pasado 6 de enero en el Capitolio, ya sea antes o durante el juicio político del Senado, que comienza la próxima semana.
La defensa del expresidente ridiculizó la solicitud del congresista demócrata y la caracterizó como ‘golpe de efecto comunicacional’.
Pero los abogados Bruce Castor y David Schoen en su respuesta a Raskin no especificaron si Trump testificaría, en tanto Miller sí dijo rotundamente que no lo hará.
‘Si rechaza esta invitación, nos reservamos todos los derechos, incluido el derecho a argumentar en el juicio que su negativa a testificar pesa mucho en su contra’, apuntó Raskin.
Falta solo cinco días para que comience en el Senado el juicio político contra el magnate bajo el cargo de ‘incitación a la insurrección’ relacionado con el ataque al Capitolio por parte de sus seguidores.
En tanto, el Departamento de Justicia estadounidense sugirió que podría construir un caso de ‘conspiración sediciosa’ por parte de algunos grupos de extrema derecha partidarios de Trump.
Varios de los implicados en los disturbios en el Capitolio manifestaron que se sintieron alentados por el magnate republicano, quien convocó el mismo 6 de enero en un mitin frente a la Casa Blanca a ‘pelear como el infierno’ para respaldar sus alegaciones de victoria electoral.
De acuerdo con los demócratas encargados del juicio político, Trump es ‘singularmente responsable’ del ataque al Capitolio.
Si bien un juicio político llega demasiado tarde para sacarlo de la Casa Blanca, subrayaron en una nota, resulta crucial condenarlo, tanto para evitar que vuelva a ocupar un cargo público como para enviar un mensaje sobre límites de conducta a futuros presidentes.
A finales de enero, la Cámara de Representantes votó por un juicio político contra Trump por segunda ocasión, convirtiéndolo en el primer presidente de Estados Unidos en ser acusado dos veces y ahora resulta también el primero en ser juzgado después de dejar el cargo.
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